Hablamos y discutimos de limpieza, desinfección, esterilización… pero no tratamos el tema de la calidad del agua, algo básico y fundamental para todo el proceso que desarrollamos en un centro de salud de atención primaria o en un hospital que haga trasplantes de alto nivel.
El agua tiene diversas funciones en el proceso de tratamiento, como por ejemplo:
- Disolvente para materiales de limpieza y otros materiales de tratamiento
- Transmisión mecánica y térmica a la superficie de los objetos lavados
- Disolución de residuos solubles en agua
- Lavado de soluciones de limpieza y otras de tratamiento
- Termodesinfección durante el tratamiento mecánico
- Empleo de la esterilización por vapor
Una composición desfavorable del agua puede influir negativamente tanto en el proceso de tratamiento como también en el aspecto óptico y en los materiales del instrumental. Por este motivo, se ha de tener en cuenta en la medida suficiente las propiedades del agua a la hora de planificar las instalaciones sanitarias. En cualquier tipo de agua natural hay cierta concentración de sales. El tipo y la concentración de las sustancias contenidas en el agua varía en función de la procedencia del agua y la forma en la que se ha obtenido el agua.
Las diversas calidades del agua potable, según la dureza presente del agua y temperatura, pueden conllevar una fuerte formación de depósitos de sales («depósitos cálcicos/ incrustación de caldera»). Bajo determinadas condiciones es posible incluso que se produzca una corrosión debajo de los depósitos. Los depósitos de sales son solubles en ácido con lo que se pueden quitar con un producto de limpieza general ácido. Recomendamos prestar una atención especial a los datos e indicaciones del fabricante del detergente en lo que se refiere a la compatibilidad de materiales.
En el Círculo de Sinner se incluye la calidad del agua como un elemento importante, tal es así, que el Grupo Europeo de Trabajo de Mantenimiento adecuado del Material Quirúrgico (Guías RKI)* reproduce las características de la UNE-EN 285: 2007+ AC1 2008+ AC2 2009 (Anexo B) y que se debería analizar al menos anualmente. Entre sus características básicas figura una temperatura inferior a 15ºC, una dureza total del agua de 0,7-2,0 mmol/l.
Sin embargo, en muchos casos las relaciones entre el contenido de cloruro del agua y la corrosión de picadura no son previsibles. La experiencia indica que hasta una concentración de cloruro de aproximadamente 120 mg/l (corresponde a 200 mg/l NaCl = cloruro sódico) no hay que temer una picadura de corrosión. Al subir la concentración, aumenta este peligro. Se ha de tener en cuenta que, durante el secado al evaporarse el agua, la concentración de cloruros en las gotas de agua puede ser cuatro veces mayor de 120 mg/l. Para impedir las concentraciones excesivas de cloruro y evitar la consiguiente corrosión, recomendamos utilizar agua totalmente desalinizada (desmineralizada), especialmente para el aclarado final después de la desinfección y limpieza. También para evitar la formación en general de manchas así como la estabilización de superficies de aluminio anodizadas. El agua completamente desalinizada para el aclarado final tampoco deja restos cristalinos de secado que pudieran afectar negativamente al siguiente proceso de esterilización.
Pese a que la UNE-EN-ISO 15883: 2007 es la encargada del lavado no establece ningún criterio de calidad del agua en ninguna de sus partes ni anexos. Como no existe ninguna normativa que especifique el uso de agua completamente desalinizada y, basándonos en experiencias en el tratamiento de productos sanitarios en el sector dental, podríamos recomendar la siguiente calidad:
- Conductividad (a 25 °C) < 20 μS/cm
- Cloruros < 5 mg/l
- Silicatos < 2 mg/l
Lo dicho, si vemos manchas, óxidos, suciedad en nuestro instrumental, habrá que pensar en el agua.
* Toda central debe tener esta Guía del RKI (Instituto RKI) que es de libre acceso, en formato pdf y en diversos idiomas. Además existen tres formatos dependiendo del ámbito de nuestro trabajo primaria y especializada (Guía Roja), veterinaria (Guía Verde) y odontología (Guía Amarilla).


8 comentarios en “Calidad del agua ¿importa? ¡Claro que si!”