Para la entrada del día de hoy cuento con la colaboración de Pablo Guillén Marzal (situado a mi derecha en la foto), con quien compartí momentos de ciencia y ocio en el II CONGRESO IBEROAMERICANO DE ESTERILIZACIÓN Y II CONGRESO NACIONAL DE REPROCESAMIENTO DE DISPOSITIVOS MÉDICOS.
Sobre este tema que vamos a tratar, algo nos explicó Mercedes García Haro en el congreso de la WFHSS en 2022 de Barcelona, pero iba más dirigido a riesgos laborales. Aquí tenéis el enlace a su presentación.

Pablo me plantea una idea interesante, y es la seguridad del paciente desde la perspectiva de la influencia pasiva de los flujos de trabajo y el diseño de la central. Se trata de un punto de vista fuera de lo habitual, que generalmente está enfocado hacia los procesos, técnicas y formación de los usuarios, y a los dispositivos empleados. Aquí queremos poner en valor la importancia de generar espacios de trabajo seguros para los operarios, bien dimensionados, bien equipados, bien comunicados, bien estudiados.

Está claro que si el Bloque Quirúrgico es el corazón del hospital, la Central de Esterilización no es menos relevante en el éxito. No se conoce ninguna profesión en la que la experiencia del personal, el entorno y las herramientas de trabajo no influyan en el resultado final.

En el corazón de un hospital, oculta a la vista de pacientes y visitantes, se encuentra la central de esterilización. Un lugar donde cada día, un equipo de profesionales dedicados realiza una danza silenciosa y meticulosa con un propósito vital: proteger la vida.

Las personas, los equipos y las herramientas de trabajo son participantes activos de los procesos de esterilización, y una gran ventaja es que, en caso de necesitarlo, todos ellos son mejorables con relativa facilidad mediante formaciones o renovación de equipos y herramientas. Sin embargo, un diseño o dimensionamiento incorrectos del área de esterilización afectará directamente a los espacios y flujos de trabajo internos y externos, producirá con seguridad problemas muy difíciles de solucionar, costosos y, en definitiva, elevará el riesgo para el operario y el paciente.

La arquitectura juega un rol invisible pero fundamental como elemento pasivo en el bienestar de los trabajadores, la eficiencia y resultados de los procesos de esterilización y, por tanto, en la seguridad del paciente. Así pues, un diseño inadecuado afectará directamente a las circulaciones, y con ello a los flujos de trabajo. Buscando una analogía sencilla, podemos tener a los mejores pilotos y los mejores vehículos, pero sin las carreteras idóneas, no se obtendrá el rendimiento adecuado, resultando en varias consecuencias negativas. A continuación, mencionamos algunas de ellas:
Riesgos ergonómicos:
- Cargas de trabajo excesivas: Un diseño deficiente puede llevar a una distribución inadecuada de tareas, lo que podría aumentar la carga de trabajo para el personal de la central de esterilización.
- Bajas del personal: Flujos de trabajo mal diseñados pueden causar fatiga y estrés en el personal debido a circulaciones improductivas, falta de ergonomía en los elementos de trabajo o luz natural, colisiones, resbalones…
Problemas de Eficiencia:
- Retrasos en la entrega de material: Si los flujos de trabajo no están optimizados, puede haber demoras e incluso cancelaciones en la entrega de material estéril a las áreas clínicas, por lo que los pacientes pueden enfrentar retrasos en la realización de procedimientos quirúrgicos o médicos debido a la falta de material estéril disponible.
- Tiempo de Espera Prolongado: Los pacientes pueden pasar más tiempo esperando en el quirófano o en las áreas de atención debido a demoras en la entrega de instrumentos estériles.
- Errores en la trazabilidad: Un diseño ineficiente puede dificultar el seguimiento adecuado de los instrumentos y equipos, lo que afecta la trazabilidad y la seguridad del paciente.
Riesgos Biológicos:
- Contaminación del material: Un diseño inadecuado puede dificultar la separación adecuada entre material estéril y no estéril, aumentando el riesgo de contaminación.
- Infecciones nosocomiales: Si los flujos de trabajo no están bien organizados, existe la posibilidad de una contaminación cruzada que podría contribuir a la propagación de infecciones en el hospital.
- Complicaciones Postoperatorias: Si los instrumentos no están correctamente esterilizados, los pacientes pueden enfrentar complicaciones después de la cirugía o el tratamiento.
Reputación y legalidad:
- Desconfianza: Los pacientes confían en que los instrumentos utilizados en sus procedimientos sean estériles. Si hay errores en la esterilización debido a un diseño inadecuado, esto puede afectar la calidad general de la atención. Las experiencias negativas relacionadas con la esterilización pueden afectar la percepción general del hospital por parte de los pacientes y sus familias
- Angustia Emocional: Los pacientes pueden sentir ansiedad o preocupación si perciben que los procesos de esterilización no son efectivos. Esto puede afectar su experiencia emocional durante su estancia hospitalaria.
Costos Incrementados:
- Reprocesamiento: La necesidad de reesterilizar materiales debido a la contaminación incrementa los costos operativos.
- Ineficiencias: Un flujo de trabajo mal diseñado puede llevar a un uso ineficiente de los recursos, aumentando los costos de mano de obra y mantenimiento.
- Retrasos y cancelaciones: Los retrasos en la esterilización pueden causar demoras en procedimientos médicos, lo que afecta la productividad del personal clínico.
- Infecciones nosocomiales: Las infecciones adquiridas en el hospital pueden prolongar la estancia del paciente, aumentando los costos de atención médica y posiblemente resultando en sanciones económicas para el hospital.
- Reemplazo de Equipos: Un flujo de trabajo mal diseñado puede conducir a un desgaste prematuro de los equipos, lo que requiere inversiones adicionales en nuevos equipos.
- Daño a la reputación: Los problemas derivados de un mal diseño pueden afectar la reputación del hospital, lo que podría traducirse en una disminución de pacientes y, por ende, de ingresos.
- Demandas legales: Si los errores en la esterilización llevan a consecuencias graves para los pacientes, el hospital podría enfrentarse a demandas legales y sus costos asociados.
- Obras y readecuaciones: la necesidad de readecuar un diseño incorrectamente planteado implicará costes adicionales, molestias y retrasos en las previsiones de actividad.

En resumen, un diseño de las áreas de esterilización y un flujo de trabajo eficiente es crucial no solo para la seguridad del paciente y la calidad del servicio, sino también para la sostenibilidad económica de una institución de salud. Optimizar estos flujos puede resultar en ahorros significativos y mejoras en la calidad del servicio ofrecido.
En toda las centrales o RUMED (palabro que no me gusta mucho) tenemos personas. Hace poco se jubiló nuestro amigo y compañero Antonio Salmerón. Como persona comprometida con esta profesión, en su hospital de Murcia, le han puesto una placa conmemorativa y de homenaje.
Enhorabuena Antonio.


A pesar de todo, «I´m alive» como sugiere Don Fardon.
Como os ha quedado esa sensación de excitación, tenemos «La mer» de Charles Trenet, pero con un arreglo de jazz.

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