El blog de la limpieza, desinfección y esterilizacion de dispositivos sanitarios. Este Blog no pertenece ni representa a ninguna Sociedad Científica, Asociación u Organismo, su finalidad es la difusión de conocimientos y actividades relacionados con la Esterilización. Todo es fruto de una búsqueda personal de evidencia en este campo sanitario. El administrador de este blog no se responsibiliza de la información contenida en el blog pues pudieran existir errores de intepretación o traducción en algún caso de los artículos o fuentes originales. Se recomienda, por tanto, consultar con los escritos originales (enlaces), de los que tampoco este administrador se responsabiliza de su exactitud. Tampoco se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus seguidores. Los contenidos patrocinados se indicarán debidamente.
Cuando empecé esta aventura el 21 de marzo de 2017 no creía que fuera a perdurar en el tiempo, y ya he llegado a las 181 entradas. Tampoco pensé que fuera a interesar a alguien, y ya he llegado a los 2045 seguidores [Actualizado el 13 de octubre de 2021]. Lo celebré en el seguidor número 1000. Y alcanzar esta cifra es para estar feliz.
Visto el 13 de octubre de 2021
Muchas visitas y de diversos países:
Los datos de estos años
Gracias a todos, todas y todes vosotros sigo escribiendo este Blog, que espero que sea de utilidad.
Los datos de estos años
Y como siempre, música final. Como dije al llegar a los 1000, espero alcanzar el millón de amigos.
La pandemia COVID-19 nos ha traído nuevas labores y oficios, como el de la persona que desinfecta, que es «El desinfector». Escribiendo estas líneas he descubierto de donde viene la palabra «flis» que usan los mayores para referirse a cualquier dispositivo en forma de aerosol que se usa para fumigar.
Terminator «El chuache»
Viene a ser un «Terminator» pero de bacterias, virus y todo lo que se propone. Es curioso, por que es una tarea que llevamos siglos haciendo, con mayor o menor acierto. En el caso del COVID-19 tiene poca evidencia científica, pero nuestros ayuntamientos y autoridades se afanan en publicitarlo (Fotos del Ayuntamiento de Quismondo, Toledo).
Ya se ha hecho famosa «Ma fuñigao»
Pues investigando sobre el tema he descubierto un Blog que se llama «El desinsectador y desratizador«. Y he descubierto cosas muy interesantes sobre el oficio de desinfector. Paso a copiar unas líneas de este Blog. Surgió durante el siglo XIX a raíz de las necesidades higiénicas de la época y debido a los conocimientos científicos que se realizaron. Quien ostentaba esta categoría laboral trabajaba en la brigada de desinfección y realizaban tratamientos para evitar la propagación de enfermedades infecciosas (igual que ahora). Se estableció que los Ayuntamientos de capitales de provincia y las ciudades con más de 20.000 habitantes había de proveerse de un Negociado de Sanidad para recoger toda la información sobre notificación de enfermos y gestionarla. Y también que estos Ayuntamientos y las Diputaciones Provinciales debían de proveerse de material y de personal para realizar la desinfección allí donde tuviera competencias. Primero se notificaba el caso de enfermo infeccioso. Luego se trasladaba un médico para averiguar la enfermedad, personas afectadas, etc. Entonces el médico ordenaba el traslado del enfermo al hospital. Y luego el Jefe de Desinfección ordenaba lo propio. La desinfección era de obligado cumplimiento. Si se consideraba que había que deshacerse mediante quema de algún objeto, se tenía la potestad. Y muy importante, cuando se había realizado el tratamiento, el Jefe de Desinfección expedía un documento que atestiguaba la realización de esta. Y en la entrada del local desinfectado, se tenía que colgar un sello (término que aparece en el decreto) que acreditara la operación realizada. Este sello es quizás el origen de nuestro moderno certificado de garantía que tanto nos gusta entregar al cliente para que coloque a la vista de los clientes.
Tuvo tal importancia que el Dr. Chicote, director del Laboratorio Municipal del Ayuntamiento de Madrid entre 1898 y 1932, que elaboró un manual escrito en 1903. Aquí tenéis el enlace a la «Cartilla del desinfector«.
A la ciudad de Toledo, llegó este servicio en 1907.
La primera legislación no llegó hasta el 5 de enero de 1926, como nos dice el Blog. Los funcionarios de sanidad correspondientes debían girar visitas trimestrales a los locales de pública concurrencia. Toda esta legislación estuvo vigente durante la II República. Tras la Guerra Civil, el gobierno de Francisco Franco fue modificando algunas leyes anteriores de control de plagas hasta que en 1959 se empezó a regular de nuevo el sector, ya que en aquellos años, los productos insecticidas ya eran muy diferentes a los de antes de la guerra.
El Ayuntamiento de Zaragoza creo un «Reglamento del Cuerpo de desinfección«. me llama la atención la dotación de personal que tenía, como un un director Técnico (Doctor en Medicina), un Capataz encargado de la brigada (Practicante), cinco desinfectores, un cochero o chóffer un mozo de limpieza (Todo tomado del citado Blog).
Frente a la puerta de mi despacho están estas botellas de desinfección. Para todo aquel que quiera ver este Museo de la Sanidad de Castilla-La Mancha, me pongo a su disposición (las fotos pertenecen a su colección).
He recuperado este documento de mis maestros, el Dr. Fereres y el Dr. Cruzet a los que conocí en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y por supuesto el libro de Piédrola.
Artículo sobre la historia de la esterilización en los últimos 50 años (en francés). Me encanta la última frase que dicen «De l’amateurisme à la spécialisation, l’évolution sur la même durée est comparable à celle du train à vapeur au TGV», poco más o menos viene a decir que hemos pasado de una época amateur a la especialización (del tren de vapor al AVE; menos a Extremadura y Talavera de la Reina que no ha llegado y seguimos con el vapor).
La prueba de Bowie-Dick: Parece ser que el Dr. Bowie estaba harto de tener problemas en la esterilización y que hubiera muchos fallos debido al aire que no se podía extraer de la cámara eficazmente. Así que formó un equipo en el que Dick era el ingeniero jefe y así consiguieron realizar finalmente la prueba con toallas que conocemos. Como el Dr. Bowie y sus colaboradores eran médicos, aparecieron en el Lancet en un artículo muy pequeñito de media página. Todos sabemos que triunfaron pero con Dick no hay tanta visualización.
Se agradecen todas las aportaciones que hagan los lectores (artículos, fotos de autoclaves antiguos que tengáis en vuestros centros…). Tan solo deben enviarme el artículo por email:
elautoclaveblog@gmail.com
Si no disponen del artículo, pero tienen la referencia, yo mismo intentaría encontrarlo ¡qué idea!
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